Este año, el Día de la Madre Tierra coincide con la ceremonia de firma del Acuerdo de París que abordará la problemática sobre el cambio climático y que tendrá lugar en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
El Acuerdo fue aprobado por los 196 Estados partes de la Convención Marco sobre el Cambio Climático en París el 12 de diciembre de 2015. En este, todos los países se comprometieron a trabajar para limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados, y dados los graves riesgos, a esforzarse por lograr que sea menos de 1,5 grados centígrados.
La Asamblea General, reconoce que “Madre Tierra” es una expresión común utilizada para referirse al planeta Tierra en diversos países y regiones, lo que demuestra la interdependencia existente entre los seres humanos, las demás especies vivas y el planeta que todos habitamos. De este modo, observando que cada año se celebra el Día de la Tierra en numerosos países, decidió designar el 22 de abril como Día Internacional de la Madre Tierra en 2009.
Tema 2016: Los árboles para la Tierra
Este año, el tema se desarrollará en base a los árboles siendo el objetivo plantar 7,8 millones de ejemplares en los próximos cinco años.
¿Por qué los árboles? Los árboles ayudan a combatir el cambio climático. Absorben el exceso perjudicial de CO2 de nuestra atmósfera. De hecho, en un solo año, media hectárea de árboles maduros absorbe la misma cantidad de CO2 producido por la conducción promedio de un automóvil, que es de unos 42 000 kilómetros.
Los árboles nos ayudan a respirar aire limpio. Los árboles absorben los olores y los gases contaminantes (óxidos de nitrógeno, amoníaco, dióxido de azufre y ozono) y las partículas de filtro del aire atrapándolos en sus hojas y su corteza.
Los árboles nos ayudan a contrarrestar la pérdida de especies. Mediante la plantación de los árboles adecuados, podemos ayudar a contrarrestar la pérdida de especies, así como proporcionar una mayor conectividad del hábitat entre los fragmentos forestales regionales.
Los árboles ayudan a las comunidades y sus medios de vida. Los árboles ayudan a las comunidades a lograr la sostenibilidad económica y ambiental a largo plazo y proporcionar los alimentos, la energía y los ingresos.