Las tareas avanzan a paso firme y ya se ultiman detalles para lo que será la inauguración del Monumento a los Trabajadores el próximo lunes 1º de mayo.
Y más allá de lo urbanístico, de lo representativo de la obra y de los cambios que aportará en materia de tránsito, también hay que destacar lo escultórico y lo artístico.
Juan Carlos Mercurio y Adriana Badii son los escultores que se encargaron de llevar adelante el proyecto y darle forma y color al monumento que se emplaza en la intersección de Avenida Libertad y Boulevard Eva Perón.
Con hermosas creaciones en piedra, los artistas le dieron vida al nuevo espacio y dejaron su huella en este momento trascendental e histórico en la ciudad.
«Ponemos el cuerpo, el alma y el corazón»
Juan Carlos Mercurio es un escultor autodidacta que nació en Banfield, Buenos Aires.
A lo largo de su trayectoria, creó un sinfín de obras artísticas que hoy están emplazadas en distintas partes del mundo.
Participó de 97 simposios en Asia, Europa, Uruguay, Chile y en 16 provincias de Argentina y visitó El Trébol en cinco oportunidades.
Además, ganó muchísimos premios con sus creaciones, fue jurado en diferentes competencias y también, desde 2001 y hasta la actualidad, llevó adelante exposiciones en nuestro país, Chile, Francia, Holanda, Corea y Finlandia.
«Dios hizo la naturaleza, la vida en ella y al séptimo día descansó. El hombre tomó la posta, trabajó, cambió la naturaleza y la vida y nunca descansó. Por eso, hacer una escultura al trabajador, es nuestro humilde homenaje y un placer mayor. Este Dios tangible humano, hacedor de todos los oficios, es merecedor de esto y mucho más. Esta tarea encomendada es un orgullo y un gran compromiso, en el que ponemos el cuerpo, el alma y el corazón. Este trabajo es para una ciudad y su pueblo de trabajadores a los que queremos mucho. Esperamos cumplir el cometido», fueron las palabras expresadas por Mercurio.
«Me da felicidad y mucha satisfacción poder participar de esta tarea»
Adriana Badii también nació en Banfield y es esposa de Juan Carlos.
Se recibió de Técnica en cerámica artística y estudió en Estímulo de Bellas Artes. Ejerció la docencia en Secundaria, es asesora artística y además, dicta seminarios de técnica en piedra.
A lo largo de su carrera, realizó 55 simposios de escultura en diferentes países de América, Europa y Asia.
Tiene obras emplazadas en Corea, Luxemburgo, Dinamarca, Francia, Chile, Uruguay y en diez provincias de Argentina.
Al igual que su compañero de vida, consiguió notables premios en concursos y encuentros y realizó exposiciones en distintos Museos, Centros Culturales y Galerías de Arte.
«Me motiva este proyecto porque anhelo una sociedad en vías de la evolución, donde el reconocimiento a los trabajadores y trabajadoras sea visible y manifestado en todos los ámbitos. En lo personal, me da felicidad y mucha satisfacción poder participar de esta tarea. Me enlaza con la historia de mi abuelo, que por su entrega política tuvo que exiliarse de Italia a Argentina, por sus fuertes convicciones y lucha para que los trabajadores sean reivindicados. Hoy en día, bajo la amenaza de las políticas que pretenden instalarse en América Latina, que no defienden los derechos del trabajador, mis pensamientos y expresiones giran en torno a devolverles el valor y la importancia imprescindible en la comunidad humana, y lo hago con humildad a través de mi quehacer escultórico. Siguiendo una línea de obras que realicé en Chaco, con la temática del hachero y los cosecheros del algodón, esta propuesta me resulta más abarcante, ya que aquí engloba a todos los trabajadores», se explayó Badii.