León Gieco trajo su magia al Cervantes

León Gieco llegó a la ciudad y dejó plasmado el arte que lleva adentro junto con su sabiduría, sapiencia y compromiso con la sociedad.

Entre anécdotas, viejas historias y relatos, el mítico músico argentino deleitó con su repertorio y esos temas que traspasan el alma, a la gran cantidad de público que se acercó al teatro del Centro Cultural Cervantes.

También hizo referencia a lo linda que está la ciudad, recordó algunos viejos lugares a los que asistió y contó que El Trébol es parte de su historia ya que tuvo mucho que ver en sus inicios en la música profesional.

La propuestas, organizada por la agrupación Mumalá dpto. San Martín y acompañada por T21 y la Municipalidad de El Trebol, comenzó con un video de la entidad local que mostró las amplia gama de actividades realizadas en la comunidad.

Seguidamente, tomó la palabra el director de Cultura y Relaciones Institucionales Jorge Meynet quien dio la bienvenida al público presente y recordó a León en sus inicios y paso por la ciudad algunas décadas atrás. Antes de comenzar, María osé Zochi, referente de Mumalá, contó parte del  trabajo que viene haciendo y agradeció generosidad de cantante.

Simple como se lo ve, con su clásica remera oscura y en este caso, con la cara inmortalizada “Negra Sosa”, sus armónicas en la cintura y la viola en mano, León Gieco, Raúl para quienes lo conocieron en su Cañada Rosquín natal, entró al escenario con la ovación del público.

Los acordes comenzaron a sonar y surgió el “País de la Libertad”, más tarde junto con una joven de Cañada se escuchó: “Sentado solo en un banco en la ciudad
Con tu mirada recordando el litoral” y Carito fue parte de la velada.

La “Rata Lali”, El Fantasma de Canterville”, “Los Orosco” y “El desembarco”, también se escucharon entre charla y recuerdo compartidos con “Chino Zanello, quien acompañó a León en escena.

Más tarde, la guitarra volvió a emanar música y uno de los himnos de cantautor se hizo carne en los tímpanos y la historia detrás de la letra comenzó a plasmarse en cada mente y a recordar a “El ángel de la bicicleta”.

Gieco leyó dos letras que serán parte de su nuevo material y también entonó algunos acordes y afinó algunas de esos textos mágicos que están condenados a ser historia y repertorio nacional y popular.

En el cierre la emoción ganó todos los espacios. Interpretó la “Memoria”, un poema que transforma el horror en amor y que acerca a las personas y las hace más humanas y para despedirse, acompañado por un enorme coro integrado por T21, Mumalá y parte del público. Así, acompañado y pidiendo por esa paz que el mundo necesita, se despidió tras una enorme presentación.

La recaudación de los libros “Crónicas de un sueño” que se vendieron en la tarde noche fuera para el grupo Mumalá y los litros de leche recaudados para el Taller Protegido de Producciones.