“No son cuestiones caprichosas ni inventos, sino reglas que hay que respetar”

Desde el inicio de la pandemia y con las medidas tomadas por parte de las autoridades nacionales, el Municipio comenzó ejecutar un arduo trabajo de prevención y acción, mediantes protocolos, para evitar la propagación del virus.

Con el paso del tiempo, las habilitaciones que se fueron dando paulatinamente y por el contrario, las tareas de control, se fueron incrementando, siempre pensando en amalgamar las libertades con los recaudos.

En ese sentido trabajó siempre la Municipalidad. Es un deber asumido realizar los controles para que los protocolos se cumplan; y no como un poder de policía o persecutorio, sino como un agente que acompaña en esta nueva normalidad. Más allá de esto, es importante resaltar que las habilitaciones son una cuestión de las que siempre se ocupó el Gobierno, con la respectiva responsabilidad que conlleva.

La actualidad en pandemia

En las últimas semanas, el Municipio procedió a la clausura de un comercio céntrico por acumular varios incumplimientos de dichos protocolos establecidos por el COVID-19 y recepcionar también en reiteradas oportunidades, denuncias de vecinos, por estas cuestiones.

En la mañana del miércoles, la directora general de Gobierno, Gisela Mattalía; el jefe de Protección Civil, Raúl Dominio y el Tec. en Seguridad e Higiene, Mariano López; brindaron detalles de lo sucedido.

“En lo que respecta a boliches, pubs, bares y restaurantes, se viene trabajando hace ya mucho tiempo desde Protección Civil, no solamente ahora con la pandemia, sino también en su momento para la habilitación de cada uno de esos locales. Se hace un trabajo muy exhaustivo, en lo que es la parte de Higiene y Seguridad, calculando cantidad de extintores, carga de fuego del lugar, factor de ocupación y salidas de emergencia. Cada uno de estos locales tiene que cumplir con todo eso para lograr la habilitación”, comenzó explicando López.

“Hoy en día y debido a la pandemia, bajaron lineamientos desde Santa Fe y todos esos factores se hacen más minuciosos, para tratar de revertir un poco toda esta situación que estamos viviendo”, acotó.

Por su parte, Dominio señaló: “Nos pusimos a disposición y más en un caso tan específico y particular como es la noche y el tema de poder darle una contención a los jóvenes para que no ocurra lo que está pasando. Se habló y se llevó un proyecto a la departamental sobre la extensión de horarios y la habilitación de actividades”.

En continuado, agregó que se han puesto a disposición y que fueron muy contemplativos, pero cuando hay detalles que ponen en riesgo de la seguridad de todos, no se puede dejar pasar. “El tema del factor de ocupación es una cuenta, una ecuación matemática. Se sacan los metros cuadrados, con la parte inmobiliaria y lo queda es capacidad de gente”, afirmó.

El paso a paso

 “Todo comenzó con la realización de un acta por constatar determinadas infracciones, sobre todo el incumplimiento del protocolo establecido. El primer fin de semana del mes de noviembre, hubo un acta de infracción, donde menciona que duplicada y tal vez, triplicada la cantidad de personas que tenía permitida. Se le advierte a medianoche al propietario de que se estaba pasando con la cantidad de personas”, relató Mattalía.

“Después de esa acta, hubo un informe elevado por la Comisaría local y un informe del jefe de Tránsito, advirtiendo sobre lo que ellos pudieron observar, ya que estaban en el lugar de los hechos y vieron que el desborde era importante. Se los convocó a una reunión, a la que asistió el propietario junto con dos abogados asesores y se los puso en conocimiento de los informes y del acta, de la importancia, la gravedad y el incumplimiento que se estaba dando”, continuó.

“Es una actividad que podrían tener permitida, con un horario hasta las cuatro de la mañana, lo que representó también un avance para ellos, para que puedan trabajar, sobre todo atendiendo a que en reuniones anteriores se planteó esta necesidad, ya que durante mucho tiempo no pudieron trabajar y el horario inicial era muy acotado, por lo que no podían tener su ganancia o su parte económica. Es decir, se pensó en todo eso y se les dio la posibilidad, y así y todo siguieron los incumplimientos”, ahondó la funcionaria.

“La fundamentación de la resolución de la Jueza de Faltas que establece la clausura, no solamente suma estas cuestiones, los informes y el primer acta, sino una segunda acta, posterior a la reunión que se tiene con el propietario, pese a las advertencias y al pedido encarecido de poder encausar el funcionamiento del bar a las medidas de protección para todos los asistentes, tenemos denuncias de vecinos, en las que se escuchan muchos ruidos y el amontonamiento de gente es visible”, desarrolló.

“El fin de semana siguiente a la reunión que hemos tenido y de la que nos fuimos, desde nuestra disposición del municipio, con fines de ayudar en lo que ellos quisieran y ellos de poder encausar el funcionamiento, volvemos a tener incumplimientos constatados, nuevamente por la gente de inspección general. La determinación y tal cual lo establece la ordenanza, es una clausura mínima de 30 días”, se explayó Gisela.

Muchísimo trabajo 

“Hay muchas personas que trabajan mucho en esta pandemia, hay cuestiones que han cambiado y criterios que uno tiene que tratar de asumir y respetar. Hoy estamos en una situación en la que cada uno debe ser responsable de los actos que hace, atendiendo a esta situación especial en la que estamos. Y sobre todo, estamos hablando de un propietario de un comercio, al que asisten muchas personas, que puede trabajar, con un horario acorde, pero que tiene que adecuarse a determinadas líneas de trabajo y no lo hizo. Eso pone en riesgo y aumenta el riesgo dentro de la ciudad”, puntualizó la directora.

“Los entiendo a los chicos porque están cansados, porque quieren tener su juntada, quieren tener su salida y es entendible, pero hay gente que está más cansada aún”, cerró.